Del 22 al 24 de mayo, se celebró el IV Congreso de la Red Universitaria Española de Historia Ambiental – RUED(H)A en el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada. Más de 90 asistentes de disciplinas tan diversas como las ciencias ambientales, la historia, la arqueología o la ingeniería agrónoma compartieron reflexiones, avances de proyectos de investigación y presentaciones de libros bajo el inspirador lema “Transiciones Socio-Ambientales. Pensando Pasados y Accionando Futuros Posibles”.
Sinergia entre ciencias sociales, ambientales y humanidades
El congreso fue organizado por el grupo HUM-952 STAND South Training Action Network of Decoloniality de la Universidad de Granada. Un grupo de investigación de reciente creación que busca generar sinergias en la investigación de las ciencias sociales, ambientales y humanidades con un claro compromiso de romper con el pensamiento eurocéntrico y desde un prisma que incluye tanto estudios decoloniales, saberes ambientales y procesos de resistencia decolonial en derechos humanos y paz.
Al igual que en ediciones anteriores, el congreso se constituyó como punto de encuentro de personas que investigan en el campo de la historia ambiental y abierto al diálogo con propuestas tanto emergentes como consolidadas de territorios y equipos Europa, América y el resto del mundo.
El programa es un reflejo de la transdisciplinariedad necesaria para abordar temas tan intrincados como es la historia de las relaciones entre sociedades humanas y su entorno natural. Hubo seminarios centrados en la historia ambiental del fascismo, investigación para la paz y la crisis ecosocial, visiones de la guerra civil española desde la historia ambiental, investigaciones emergentes que aluden a los efectos de extractivismos en sociedades iberoamericanas y latinoamericanas, los aportes a la historia ambiental desde el ámbito de la arqueología, la historia del ecologismo español o el rol del conocimiento ecológico tradicional para la adaptación al cambio climático.
Conocimiento ecológico para la adaptación al cambio climático
Gloria Guzmán Casado, presidenta de Alimentta, en colaboración con Sergio Martín Rosillo (Instituto Geológico y Minero de España) organizaron el seminario “Conocimiento natural de los sistemas hidrogeológicos, agrarios y marinos para la adaptación al cambio climático”.
La sesión sirvió para realizar un repaso histórico de las prácticas campesinas de manejo de fuego en Galicia, cuyo deterioro ocasionó una mayor incidencia de incendios en la región, un repaso a cargo del investigador David Soto Fernández (Universidad de Santiago de Compostela, Alimentta).
Por su parte, Laura García Espigares (Laboratorio de Historia de los Agrosistemas, Universidad Pablo de Olavide) realizó un acercamiento a la memoria biocultural campesina para la mitigación y adaptación al cambio climático en la Alpujarra Granadina.
También se presentaron dos proyectos hermanos financiados por la Fundación Biodiversidad en el marco de subvenciones a proyectos que contribuyen a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030. Los proyectos son «WaSHA: Inventario y caracterización de sistemas ancestrales de siembra y cosecha de agua como ejemplo de soluciones basadas en la naturaleza para la gestión integrada del agua en España”, liderado por la unidad de Granada del Instituto Geológico y Minero de España; y «Vía Sabia: tendiendo puentes entre saberes para una mejor adaptación al cambio climático de los sistemas agroecológicos y pesqueros”, liderado por Alimentta.
En ambos proyectos, los conocimientos ecológicos tradicionales de agricultores y pescadores han contribuido a nutrir la memoria biocultural española, materializándose en prácticas, saberes y estructuras imbricadas en los ecosistemas que han ido coevolucionando con ellos a lo largo de la historia, conformando verdaderos sistemas socioambientales.
Muchas de estas prácticas y saberes están ligadas a prácticas adaptativas, como la gestión integrada del agua de las acequias de careo en Sierra Nevada (Granada) o los servicios de siembra y captura del agua proporcionados por las Zayas de Valduerna (León), ambos sistemas abordados en el proyecto WaSHa, presentado por María Martín Civantos (UGR) y Sergio Martos Rosillo (GME-CSIC).
También el conjunto de prácticas y saberes de pescadores tradicionales que les permite evaluar el efecto del cambio de temperaturas en la distribución y composición de especies de interés pesquero o diversificar las artes de pesca y especies de captura frente a escenarios de cambio. Un conocimiento que, junto a investigadores, se recupera en el marco del proyecto Vía Sabia, presentado por Verónica Rebollo, de Alimentta.
La historia ambiental
La historia ambiental se constituye como lugar de confluencia entre disciplinas que buscan ambientalizar la historia, partiendo de la premisa que sociedad y naturaleza son dos caras de la misma moneda, entrelazadas e interdependientes. Proporciona un punto de partida para entender cómo han evolucionado los sistemas socioambientales a lo largo del tiempo, cómo los paradigmas ideológicos o culturales en una determinada época producen discursos y representaciones en torno a la naturaleza que se materializan en modos de aprovechamiento, paisajes o usos de suelo específicos. Interactuando con disciplinas como la ecología política, sirve de base para anticipar conflictos que tengan que ver con las asimetrías de poder que provoquen un acceso desigual a los beneficios ambientales, arrojando luz sobre los efectos que el colonialismo, el modernismo o el liberalismo han desencadenado a lo largo de la historia y hasta la fecha contemporánea. Es por lo tanto perfectamente compatible con los estudios encaminados a la construcción de paz.
Altamente complementaria con disciplinas como la arqueología, la antracología o la etnobotánica, la historia ambiental permite reconstruir los procesos de transformación de ecosistemas concretos a lo largo del tiempo, identificando en el camino eventos disruptivos como incendios o plagas, y pudiendo complementarse con datos históricos de variaciones ambientales, contribuyendo a proporcionar datos para nutrir estudios de modelización de escenarios futuros.
Por otro lado, permite rescatar prácticas y saberes tradicionales que han sido relegados a un segundo plano por el avance de la industrialización, pero que por estar estrechamente ligados a condiciones del territorio específicas y por haber hecho frente a condiciones ambientales, sociales y políticas cambiantes, presentan potencial adaptativo ofreciendo grandes promesas para la resiliencia territorial, la soberanía alimentaria o la gestión integral de recursos naturales. También puede suponer una herramienta para elaborar mejores políticas y acciones de protección ambiental.
Estudiando la historia del ecologismo, se pueden extraer lecciones aprendidas del pasado que puedan servir para reforzar la transición ecosocial contemporánea tan necesaria para volver a acoplar los ritmos de producción y consumo a los límites de regeneración de los ecosistemas y las potencialidades de los territorios que los sustentan.