Sabemos lo necesarias que son las vitaminas para mantenernos saludables. Sin embargo, con frecuencia estamos expuestos a información poco precisa sobre determinadas asociaciones que, sin faltar a la lógica, no necesariamente son verdad. Por ejemplo:
- Como participan en el metabolismo, parece una obviedad que sean una gran opción para mejorar el rendimiento deportivo.
- Como la causa del envejecimiento es la oxidación, ¡pues mantengámonos jóvenes con vitaminas antioxidantes!
- Dado que esa oxidación se asocia al cáncer o el infarto, tomar complejos vitamínicos ayudará a prevenirlos.
Además de ser económicas, está extendida la consideración de que son inocuas, aunque tomadas indebidamente no lo sean tanto, y existen en infinitos formatos (las hay en cápsulas, pastillas, tabletas, píldoras, polvos, ampollas, monodosis, multidosis …). Tanta disponibilidad de acceso hace pensar que no tenemos excusas para no tomarlas.
De hecho, algunos informes pronostican que para el 2025 el mercado europeo de suplementos y nutrición supere los 50 millones de dólares (Grand View Research). Parece que a una sociedad preocupada por la salud y la estética es fácil venderle este espejismo. Sin embargo, un consumo excesivo puede provocar efectos adversos. Un caso claro es la vitamina A que ingerida en altas dosis durante el embarazo puede causar defectos de nacimiento; o en las personas fumadoras puede incrementar el riesgo de cáncer. La combinación de vitamina A, C y E podría interferir en el funcionamiento de fármacos contra el colesterol.
Una alimentación adecuada es suficiente
La buena noticia es que, si bien es cierto que algunas personas pueden tener un déficit puntual y concreto de vitamina, una alimentación saludable y variada suele cubrir nuestras necesidades. Toma nota:
- En adultos, 100 g de pimientos rojos al día cubre las necesidades de vitamina C y 75 g de zanahoria las de vitamina A.
- En primavera y verano, la exposición solar en cara y extremidades durante 10-20 minutos al día son suficientes para producir la vitamina D que necesitamos.
Por eso, desde Alimentta recomendamos que se empleen complementos específicos de la vitamina deficitaria y no multicomplementos y, sobre todo, que esto sea recomendado y supervisado por personal sanitario pertinente.
En definitiva, consumir fruta y verdura de temporada, ecológica y de producción local nos asegura un mejor empleo de nuestros recursos para cuidar nuestra salud personal y la del planeta.